viernes, 28 de marzo de 2008

Rodolfito


Tu rostro de hombre me miente
escondiendo tus ojos negros
en una carita de luna
que nunca perdiste.
Qué varita te acarició,
pequeño grande
para que no notes
la diferencia.
El tiempo cambió tus manos
pero no transformó tus caricias.
Qué estrella te guió,
pequeño grande.
para que tu alegría muda
me haga llorar.
Vives iluminando todo a tu paso
aún cuando no brillas,
y si te invade la tristeza
y brota de repente en una lágrima
a veces adivino el motivo.
Qué paredón se te impuso
pequeño grande,
que te envejece todo,
menos el alma
y el sentimiento.
Qué Dios te protege
que ningún mal te toca,
ningún mal de nosotros.
Que Dios te hizo muñeco,
para ser tan igual
y tan distinto a todos.

No hay comentarios: